lunes, 7 de noviembre de 2016

El analista

Esto no es un cuento, esto no es un relato. Solo quiero dejar en claro que esto es lo que pasa dentro de mí y seguro dentro de ti, lo que mi mente crea para tranquilizar su sed. Esto es lo que soy. Esto es lo que somos.

Desde muy joven dejé de ver el mundo como algo claramente explicable, no me satisfacía solo ver lo superficial de los artefactos. Mi imaginación era tan poderosa que podía ver a la Tierra como una pequeña esfera dentro de un conjunto de muestras de un majestuoso Universo. 

Somos tan insignificantes, nuestros órganos vitales no son más que un conjunto de partes que funcionan en equipo para dar vida a nuestro ciclo. No somos más que un objeto dentro de un sistema más grande. Cuanto más analizo, más puedo separar en partes las entidades ¿Hasta dónde puedo llegar? Hasta donde mi mente quiera, hasta donde mi imaginación me lo permita.

Pero no se dejen engañar, somos un sistema débil. ¿Qué sucede si el sistema respiratorio o el sistema circulatorio dejan de funcionar o no lo hacen de forma eficiente? ¡Rayos! Quedamos a la deriva por completo, nuestro sistema se desploma. ¿Acaso Dios es un mal programador? ¿Tal vez no terminó la carrera de ingeniería?

Entonces me puse a pensar nuevamente: ¿Un sistema débil puede crear un sistema fuerte, un sistema perfecto? Y no necesito buscar demasiado dentro de mi cabeza, allí está la respuesta, muy cerca, a la vuelta de la esquina. Tenemos sistemas económicos, sociales y una enésima cantidad de sistemas más, pero me quedo con estos dos, que son los puramente creados por el hombre. Uno, justificado por la ciencia exacta, quizá los números en su abstracción absoluta permiten que millones de personas pasen hambre, o que países enteros sucumban ante su imponente presencia. Aquí estamos, parados frente a una gran incógnita. Un conjunto de hombres interrelacionados e interactivos entre sí, decidieron desde épocas de antaño cómo forjar el futuro, desde la monarquía, hasta la casi supuesta mejor democracia, pero no es perfecta; ya demostraron que pueden penetrarla, ultrajarla y modificarla para que unos pocos decidan ¿No consideraron mecanismos de seguridad contra daños intencionales de personas?

Me veo forzado a pensar que nuestra imaginación no es suficiente. Nos falta muchísimo para lograr un sistema conforme a lo necesario, que cumpla con todo lo pedido. Que sea descomunal... perfecto. Si tan solo pudiera calcularlo, podría así tener una vaga idea de cómo seria.

Abre tu mente, comienza a crear, ve más allá que todos nosotros, corrompe el estereotipo, no te dejes vencer, sé el paladín de los objetos, sé el primero de tu clase, una rama magnífica conectada al infinito del todo. Responde a un solo interrogante…

¿Hasta dónde tu imaginación está dispuesta a viajar?



Lisandro Ernesto Parera
Marzo, 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario